La historia de los instrumentos de viento se inicia desde que el ser humano existe sobre la faz de la tierra. Sin duda los primeros instrumentos con conductos fueron sumamente rudimentarios y hechos de los materiales más diversos que el hombre tenía a la mano: madera, barro, cerámica, huesos, etc.

Flauta de hueso

Pero si nos centramos concretamente en la historia de la flauta dulce, nada asegura que en las primeras épocas estos instrumentos de viento tuvieran características propias de la flauta de pico. A saber, la flauta dulce tiene su peculiar característica que las diferencia de otros instrumentos de viento: un bloque o tapón en la zona de soplado y el correspondiente bisel para que el aire se divida y genere el sonido. Además, las flautas dulces destacan por tener siete orificios delanteros y uno posterior reservado al dedo pulgar de la mano superior. Básicamente, estas dos características la distinguen de los demás instrumentos de viento.

Medioevo

Aunque existen pinturas y esculturas atribuidas a partir del siglo XI que sugieren que flautas muy parecidas a las de pico ya existían en dicha época, el hallazgo más antiguo de una flauta de pico se hizo en 1958 bajo los cimientos de una casa en ruinas en Dordrecht, Holanda. El análisis de carbono determinó su hechura en 1250. La imagen de la izquierda es propiamente la encontrada en Dordrecht y las otras, variantes de flautas de la época medieval.

Flauta de Dordrecht

Una de las pinturas de 1315 en Kumanova, Yugoslavia, sugiere que en aquella época ya habían instrumentos muy parecidos a las actuales flautas dulces, donde se ve a un músico con un instrumento cilíndrico con la mano derecha tocando la zona superior y la derecha la zona inferior.

Fresco en Kumanova

Una escultura en piedra representando a David y los salmistas que data del siglo XI en la iglesia de Boubon-l’Achambault, Francia, da pie para recolectar más evidencia de la existencia de flautas muy similares en dicha época.

David y los salmistas

Renacimiento

Durante esta época la flauta dulce tuvo gran difusión en Europa. De ello dan fe las abundantes referencias literarias, pictóricas, escultóricas y demás. Durante esta época aparecen los primeros tratados dedicados al aprendizaje de la flauta dulce como lo fue la Fontegara de Silvestro Ganassi, aparecido en Venecia en 1535.

Fontegara de Ganassi

La flauta dulce tuvo gran protagonismo especialmente en el siglo XVI, donde fue muy utilizada en los llamados Consortes o conjuntos instrumentales conformados por instrumentos de sonoridad suave como laúdes, violas de gamba, flautas traveseras, vihuelas, clavicordios, entre otros. Era acompañante ideal para las voces y se usaba comúnmente en las danzas . Se consideraba un instrumento típico de clases altas, en las que se utilizaba mucho en el hogar y en los momentos de ocio.

Renacimiento

La flauta dulce más usada durante en el renacimiento, en la mayoría de ocasiones era la tenor, por sus sonoridad suave y cálida. Se construían principalmente en una sola pieza o máximo en dos en tubo recto, en forma de bastón y contaban con 9 agujeros, el último en el pie, de tipo doble, uno a cada lado para que el músico tapase con cera o resina el que no fuera a utilizar. Su rango tonal era básicamente de una octava más una sexta, con la posibilidad de que los músicos expertos pudieran alcanzar hasta 7 notas más fuera del rango.

La flauta dulce en el Renacimiento

A la fecha, existen cinco ejemplares genuinos del renacimiento: una soprano en Frankfurt, un alto en Bruselas, otro contralto perteneciente a una colección privada en Japón (subastados por Christie en 1988), y un tenor en París.

Barroco

Es en esta época que encontramos la mayor cantidad de piezas, dúos, tríos, sonatas y demás escritos para flauta dulce por los más renombrados compositores como Bach, Vivaldi, Häendel, Telemann, entre otros. Es por ejemplo, para flauta dulce que Johan Sebastian Bach escribe el 4º Concierto de Brandemburgo en sol mayor, aunque concretamente se escribió para ‘flauta d’echo’, es decir, dos flautas dulces en fa unidas por dos extensiones que tocaban en piano y en forte respectivamente.

Echo-flute

En el siglo XVII la flauta de pico toma un papel preponderante como instrumento solista al ser rediseñada y mejorada en su construcción y rango tonal. Es así que no sólo destaca como instrumento solista si no también se mejora su performance de cara a la interpretación en música de cámara y conciertos. La flauta dulce que durante el renacimiento se construía básicamente en una o dos piezas, en esta época se construyó en tres, lo que permitía mejorar y adaptar su afinación. A la vez, se deja de usar el noveno agujero del pie, al contar con un pie ajustable y giratorio.

Flautas dulces barrocas

La flauta dulce del barroco tenía un timbre más potente y rico que el del renacimiento en virtud de su taladro interior cónico . Se alcanzó las dos octavas y media.

La flauta dulce contralto fue la que tuvo más protagonismo en esta época especialmente a finales del siglo XVII, sobre todo en lo concerniente a música de cámara y solista.

Clásico y Romántico

A mediados del siglo XVIII se inicia el declive de la flauta de pico debido a las mejoras aplicadas a los demás instrumentos de viento, lo que la relegaba en función de su menor rango tonal y su limitada capacidad expresiva, comparada con la flauta traversa, por ejemplo. Es así que para el siglo XIX la flauta de pico había sido casi completamente opacada y sustituida por la flauta traversa y el clarinete.

Flauta y clarinete reemplazaron a la flauta dulce
Flauta y clarinete reemplazaron a la flauta dulce

El mundo de la sinfonía y la música romántica consideraban a la flauta dulce un instrumento demasiado limitado para sus fines expresivos, especialmente en su aspecto dinámico. No obstante, el instrumento no desapareció del todo; al menos en Austria y Alemania, las flautas de pico se continuaron tocando y fabricando. A la vista de las dificultades que tuvieron los primeros investigadores del instrumento en retomar la tradición, podemos pensar que ésta quizás se perdió, sobre todo en su manifestación pública. No obstante, las variedades folklóricas de la flauta dulce, así como otros instrumentos emparentados, como el flageolet o la chirimía mantuvieron su presencia de forma constante. La última tentativa de construcción artesanal del instrumento antes de su restauración data de 1873: se trata de una flauta dulce con seis llaves que facilitarían la producción de los sonidos alterados.

Contemporáneo

La flauta dulce renace o vuelve a la palestra entre finales del siglo XIX e inicios del XX, sobre todo gracias a los entusiastas de la música antigua, quienes consideraron que era un instrumento histórico que debía revalorarse y rescatarse. A principios del siglo XX era lo suficientemente desconocido para que Stravinsky pensara que era una especie de clarinete , lo cual tiene algo de cierto, ya que los primeros clarinetes son derivados de la flauta dulce, al menos en su aspecto exterior.

Arnold Dolmetsch

La vuelta exitosa de la flauta de pico en la era moderna se atribuye a Arnold Dolmetsch en el Reino Unido y a varios eruditos y artistas alemanes. Pero en Europa, su dedicación por ‘resucitar’ a la flauta dulce ya tenía precedentes en los músicos del Conservatorio de Bruselas (donde recibió su formación Dolmetsch), como por las actuaciones del grupo consorte de flautas dulces Bogenhauser Künstlerkapelle con sede en Alemania, quienes tocaron música de todas las edades, incluyendo arreglos de música clásica y romántica, desde 1890 hasta la Segunda Guerra Mundial. También en Alemania, el trabajo de Willibald Gurlitt, Werner Danckerts y Gustav Scheck antes de Dolmetsch, habían iniciado el reencuentro con la flauta de pico.

Bogenhauser Künstlerkapelle

Entre los virtuosos influyentes que figuran en la reactivación de la flauta dulce como instrumento de concierto en la última parte del siglo XX están Frans Brüggen, Hans-Martin Linde, Bernard Kranis y David Munrow. El gran flautista de pico Brüggen registró la mayor parte de los puntos de referencia del repertorio histórico y compuso un número considerable de nuevas obras para la flauta de pico.

Frans Brüggen

El álbum de David Munrow, instrumentista de viento e historiador de música antigua, llamado The Art of the Recorder (1975), permanece como una importante antología de la música de la flauta de pico a través de todos los tiempos.

David Munrow

Entre los compositores contemporáneos más renombrados que han escrito obras para la flauta de pico, están Paul Hindemith , Luciano Berio , John Tavener, Michael Tippett, Benjamin Britten , Leonard Bernstein , Gordon Jacob, y Edmund Rubbra.

La flauta de pico se ha utilizado también en la música popular, incluida la de grupos como los Beatles, los Rolling Stones, Led Zeppelin y Jimi Hendrix, por citar algunos.